miércoles, 17 de septiembre de 2014

Chamanismo Shipibo

Chamanismo Shipibo y Uso de Plantas Ancestrales
«El chamán es una persona que se ha preparado para curar enfermedades usando hierbas, peces, aves, insectos. Las enfermedades que curamos los chamanes pueden ser inflamaciones del riñón, del hígado, úlceras, tuberculosis y dependiendo de la enfermedad, éstas se pueden curar en una sola sesión o en varias. También curamos daños, mal o hechizos que son hechos por los brujos.

El ser chamán es un don pero, algunas veces, también se puede aprender porque hay personas que quieren aprender estos conocimientos.  En mi caso, mi padre era chamán y, por eso, decidí ser también chamán.

Para poder ser chamán, se debe seguir un proceso de diversas etapas. Para comenzar, el aprendiz de chamán se interna en el bosque, en plena selva virgen para no tener contacto con nadie y para cumplir con todo el proceso de aprendizaje. Previamente, su maestro le ha indicado qué brebajes tomar, quédietar, es decir, qué alimentos se pueden comer y cuáles no con el fin de permitir la comunicación con los espíritus. Por ejemplo, puede comer pescado y plátano verde asados, nada de manteca o ají, ni grasas ni dulces, no puede tener relaciones sexuales ni comer sal. La dieta prepara al cuerpo y le permite recibir la fuerza de la planta tomada.

Cada etapa de preparación se termina con la ingesta de sal, es decir, se rompe ladieta. Además de la ayahuasca, básicamente tomamos tres tipos de plantas: ayahuma, lupuna, tahuari, con las cuales se aprende a diagnosticar la enfermedad y cómo curarla. También se aprende cuál es el canto para cada una de las enfermedades. Un canto es una oración para sacar el mal. Se llaman icaros. Cada chamán tiene sus propios icaros para sacar el daño, el mal aire, para el susto, para las úlceras, para el cáncer, para la tuberculosis. Todo esto se debe hacer en luna llena y siempre en la noche porque los espíritus salen en la noche. Después de ocho meses, puedes comunicarte con las madres de las plantas y de los animales, parece como si estuvieras hablando con otras personas, porque tienen formas humanas. Luego de esta primera etapa de aprendizaje que dura cinco años, uno se convierte en Onaya, es decir, aquella persona que cura cualquier enfermedad pero que no cura hechicerías o daños.

En la siguiente etapa, que dura otros cinco años más, se aprende a ser Mëraya, un sacerdote. En ella, con los poderes obtenidos, el espíritu puede viajar a otros lugares, es decir, se puede desplazar de un espacio físico a otro sin necesidad de moverse del lugar. También se adquiere los conocimientos necesarios para curar enfermedades orgánicas y daños y se perfecciona el arte de hablar con las madres de los animales y de las plantas.

En la tercera etapa, uno se convierte en Banco, en la cual se cura de todo, se tiene una visión más fuerte y uno se convierte en consejero. Por ejemplo, mi abuelo que era Banco cuando había eclipse de sol, iba a cuidar al sol y limpiaba la parte oscura. Cuando volvía aparecía todo quemado y se le tenía que curar con hojas de plátano y algunas hierbas.

Luego de estas etapas hay otras más, no existe un límite para aprender. Además, continuamente, uno va perfeccionando sus conocimientos, siempre con la ayuda de las plantas y animales.


Diferencia entre Brujo y Chaman 

La diferencia principal entre brujo y chamán es el uso de los elementos, es decir, el uso que se les de a  las plantas o animales con las que se trabaja. La diferencia radica en la energía de estos elementos porque cada planta o animal tiene energía positiva y negativa. El chamán utiliza todo para hacer bien, para curar, para hacer de sus pacientes personas sanas y felices.

La labor de un chamán es sacar el mal, mientras que el brujo busca destruir a la persona a través de energía negativa, todo lo que él hace tiene como finalidad matar, hacer daño, es maléfico.  El daño consiste en trasmitir energía mala a una persona, es como un gas venenoso que al entrar al cuerpo da dolor de cabeza y de estómago. Primero, es un dolor leve y, luego, fuerte que va afectando al organismo poco a poco, lo inflama y genera la enfermedad. Enferma al riñón, al estómago, al corazón. La ciencia médica no lo puede curar, solamente, los chamanes.

Para sacar el mal o el daño, nosotros los chamanes, mezclamos ayahuasca, chacruna y tóe, aplicando los conocimientos de diversos espíritus auxiliares de las plantas.

La ayahuasca es una planta sagrada porque te puede limpiar física y espiritualmente. Después de seis meses de dieta puedes tomar ayahuasca y aprendes cómo entrar en trance, donde proyectas lo que quieres ver según el pedido de la persona. Es una de nuestras aliadas principales, se utiliza para ver la causa de la enfermedad, te da mareación pero no visión y, por eso, debe mezclarse con chacruna o tóe para tener visiones. Todas estas plantas unidas tienen mucha fuerza y poder, ellas te hacen ver, al mismo tiempo, los síntomas de las enfermedades, te enseñan cómo puedes curar, en qué tiempo se va a sanar la persona, qué debe y no puede comer la persona enferma. Estas plantas te enseñan todo, solamente debes seguir las indicaciones que sus madres te hacen. Uno debe estar preparado y fortalecido, por eso, es importante la dieta porque entras a otro mundo y aunque estés protegido por tus espíritus guías y protectores, debes tener cuidado y estar siempre vigilante ante cualquier peligro porque, de lo contrario, absorberás el daño que intentas sacar, además el brujo siempre intentará revertir el bien o la sanación que quieres hacer.

Otras plantas medicinales utilizadas por el chamán son: Chuchuhuasi para inflamaciones; Renaquilla para inflamación vaginal o heridas o cortes o para recuperación de operación; Tamamori para disentería o infecciones; Tahuari para prevención de enfermedades; Sanango para circulación, para reumatismo, artritis; Ipururo para úlceras y para inflamaciones. Estas plantas te sanan pero en la debida dosificación.

Dentro del pueblo shipibo, el chamán cumple la labor de doctor y también tiene un lado religioso porque aconseja, sabe lo bueno y lo malo pero utiliza lo bueno para curar lo malo. El curandero tiene la facultad de revertir las acciones malas, puede adivinar el futuro y si éste es malo, lo puede transformar en bueno. El curandero es como la luz y el brujo, como la oscuridad.

Actualmente, se está perdiendo el conocimiento chamánico porque la mayoría de personas quiere tomar pastillas y ya no raíces, plantas pero cuando no sanan recién buscan al chamán. Además, el respeto a las madres de las plantas y su significado sagrado se está perdiendo, ya no es como antes. Asimismo, la presencia de religiones evangélicas ha hecho que se deje de practicar el chamanismo, pero de todos modos, todavía siguen habiendo personas e investigadores que quieren usar este conocimiento. Lamentablemente, este uso ha variado un poco en la decisión del por qué aprender este don. Ahora, los que quieren aprender el chamanismo estudian sólo seis meses y no aprenden lo necesario como lo hacíamos los antiguos.

Nosotros, los shipibos cuidamos la naturaleza porque en ella encontramos nuestra farmacia y mercado. Además, es nuestro territorio. Es nuestro mundo, ahí vivimos, ahí tenemos nuestras vivencias, sin ella no podríamos vivir. Si queremos casa sacamos madera del bosque, cuando queremos botes encontramos lo necesario para construirlo porque dentro de la naturaleza está todo. Ella nos sana, nos da alimento, nos da todo lo necesario para vivir, por eso, las nuevas generaciones deben aprender a cuidarla porque ella se merece respeto».

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